Criptomonedas
¿Qué son las criptomonedas?
Las criptomonedas son un tipo de moneda digital o virtual que usa la criptografía para efectuar transacciones seguras y privadas y tener el control de nuevas unidades. A diferencia de las monedas tradicionales emitidas por gobiernos (como el dólar de EE.UU., o el euro), las criptomonedas son típicamente descentralizadas y operan con la tecnología de blockchain. Fueron creadas después de la crisis financiera global de 2008 para descentralizar el sistema de transacciones financieras. Las criptomonedas se encuentran en contraste casi directo con el sistema financiero global: ninguna moneda está ligada a una autoridad estatal, no están limitadas por regulaciones geográficas y, lo más importante de todo, el mantenimiento del sistema es comunitario y lo mueve una red de usuarios. Todas las transacciones son registradas (log) anónimamente en un libro mayor (ledger) público, como bitcoin en blockchain.
DefinicionesBlockchain: Blockchain es un tipo de tecnología usada en muchas monedas digitales como el libro mayor de un banco (bank ledger). A diferencia de un libro mayor normal, sus copias están distribuidas digitalmente entre computadoras por todo el mundo, y se actualiza automáticamente con cada transacción.
Criptografía: la práctica de emplear técnicas matemáticas para asegurar y proteger la información, transformándola a un formato ilegible usando la encriptación y el hashing. En las criptomonedas, la criptografía protege las transacciones, la privacidad y la verificación de la propiedad usando técnicas tales como llaves público-privadas y firmas digitales en un blockchain.
Moneda: una moneda es un sistema de dinero en circulación ampliamente aceptado, usualmente designado por un país o un grupo de ellos. Usualmente toman la forma de billetes o monedas físicas, pero pueden también ser digitales (tal como lo explora este manual).
Dinero fiduciario: dinero emitido por un gobierno, como el dólar estadounidense. A veces se le conoce como dinero fíat.
Hashing: el proceso mediante el cual se verifican las transacciones en criptomonedas. Por ejemplo, cuando una persona paga a otra usando bitcoins, las computadoras del blockchain automáticamente revisan que la transacción sea precisa.
Hash: el problema matemático que las computadoras deben resolver para agregar transacciones al blockchain.
Oferta Inicial de Criptomonedas (OIC): el proceso mediante el cual una nueva criptomoneda o “token” digital invita inversiones.
Minado: el proceso mediante el cual una computadora resuelve un hash. La primera computadora en hacerlo permanentemente guarda la transacción como un bloque en el blockchain. Cuando una computadora agrega exitosamente un bloque al blockchain se le recompensa con una moneda. Tener la solución correcta de un hash antes que otro minero está relacionado con cuán rápidamente una computadora puede producir hashes. Por ejemplo, durante los primeros años de bitcoin, la minería se podía efectuar eficazmente usando software de código abierto en computadoras personales estándares. Más recientemente, sólo unas máquinas especializadas a las que se conoce como mineros de circuitos integrados de aplicación específica (ASIC), pueden extraer bitcoins de modo rentable porque están optimizadas para esta tarea. Ahora los grupos y compañías de mineros controlan la mayor parte de la actividad de los bitcoin.
¿Cómo funcionan las criptomonedas?

Los usuarios adquieren criptomonedas con una tarjeta de crédito o débito, cuenta bancaria o mediante el minado. Se las guarda en una “billetera” digital ya sea en línea, en una computadora o de modo desconectado en un dispositivo portátil de almacenaje, como una memoria USB. Estas billeteras se usan para enviar y recibir dinero mediante “direcciones públicas” o llaves que vinculan al dinero con un tipo específico de criptomoneda. Estas direcciones son cadenas de caracteres que significan la identidad de una billetera para las transacciones. La dirección pública de un usuario puede ser compartida con cualquiera para recibir fondos, y también puede ser representada como un código QR. Cualquiera con quien un usuario efectúe una transacción puede ver el saldo en la dirección pública que usa.
Aunque las transacciones son registradas públicamente, la información que identifica a los usuarios no lo está. Por ejemplo, en el blockchain de bitcoin, solamente la dirección pública del usuario aparece junto a la transacción, lo que hace que éstas sean confidenciales mas no necesariamente anónimas.
Las criptomonedas tienen que lidiar cada vez más con intensos periodos de volatilidad, la mayoría de los cuales se deben al sistema descentralizado del cual forman parte. La falta de un cuerpo central quiere decir que no son de curso legal, no están reguladas, hay poco o ningún seguro en caso la billetera digital de una persona sea hackeada, y la mayoría de los pagos no son reversibles. Las criptomonedas en consecuencia son inherentemente especulativas. En noviembre de 2021, bitcoin alcanzó su punto más alto a un precio de casi $65,000 por moneda, pero colapsó casi un año después luego del colapso de FTX lo que tuvo un efecto dominó en el sector cripto. Antes de la caída las nuevas y supuestas ‘meme coins’ que ganaron popularidad en las redes sociales, estaban viendo sustanciales incrementos de precio a medida que los inversionistas acudían en tropel a las nuevas monedas. La caída subsiguiente generó una creciente atención al endurecido control regulador sobre las criptomonedas y el trading. Algunas criptomonedas como Tether han intentado compensar la volatilidad ligando su valor de mercado a una divisa externa como el USD o el oro. Sin embargo, la industria en general aún no ha reconciliado cómo conservar un sistema autónomo y descentralizado con una estabilidad general.
Tipos de criptomonedasEl valor de una criptomoneda es sumamente dependiente de la fe que sus inversionistas le tienen, su integración en los mercados financieros, el interés del público en su uso, y su desempeño en comparación con otras criptomonedas. Bitcoin, que fuera fundada en 2008, fue la primera y única criptomoneda hasta 2011, cuando los “altcoins” comenzaron a aparecer. Los cálculos del número de criptomonedas varían, pero para junio de 2023 había alrededor de unos 23,000 tipos distintos de criptomonedas.
- Bitcoin
Cuenta con la más grande base de usuarios y una capitalización de mercado en los cientos de billones. Aunque inicialmente atrajo a instituciones financieras como Goldman Sachs, el colapso de su valor (junto con el de otras criptomonedas) en 2018 hizo que desde entonces creciera el escepticismo con respecto a su viabilidad en el largo plazo. - Ethereum
Ethereum es una plataforma de software descentralizada que permite ejecutar contratos inteligentes y construir y automatizar aplicaciones descentralizadas (DApps) sin interferencia de terceros (como bitcoin: ambos funcionan con la tecnología de blockchain). Ethereum fue lanzada en 2015 y sobre la base de su capitalización de mercado es actualmente la segunda criptomoneda más grande después de bitcoin. - Ripple (XRP)
Ripple es una red de procesamiento de pagos en tiempo real que ofrece pagos internacionales tanto instantáneos como de bajo costo, para así competir con otros sistemas de transacción como SWIFT o VISA. Es la tercer criptomoneda más grande. - Tether (USDT)
Tether es uno de los primeros y el más popular de un grupo de “stablecoins”: criptomonedas estables que anclan su valor de mercado a una moneda u otro punto de referencia externo para así reducir la volatilidad. - Monero
Monero es el más grande de los que se conocen como los privacy coins o monedas de privacidad. A diferencia de bitcoin, las transacciones y saldos de cuenta en monero no son públicos por defecto. - Zcash
Zcash, otra criptomoneda que preserva el anonimato, opera bajo una fundación del mismo nombre. Se la ha marcado como una criptomoneda que tiene como base su misión y como eje la privacidad, y que permite a los usuarios “proteger su privacidad en sus propios términos”, y que considera la privacidad como algo esencial para la dignidad humana y para el funcionamiento saludable de la sociedad civil.

¿De qué modo son las criptomonedas relevantes en el espacio cívico y para la democracia?
Las criptomonedas son de varios modos ideales para las necesidades de ONG, humanitarios y otros actores de la sociedad civil. Los actores del espacio cívico que necesitan contar con transacciones de bajo costo y que sean resistentes al bloqueo podrían encontrar que las criptomonedas son tanto convenientes como seguras. Su uso en el mundo en vías de desarrollo revela que su papel no es sólo como vehículos para la ayuda, sino también como herramientas que facilitan el desarrollo de pequeñas y medianas empresas (PYMEs) que buscan ingresar al comercio internacional. Por ejemplo, en 2019, UNICEF creó un criptofondo a fin de recibir y distribuir financiamiento en criptomonedas (ether y bitcoin). En junio de 2020, UNICEF anunció la más grande inversión que hubiese realizado en startups o empresas emergentes ubicadas en economías en vías de desarrollo, que estaban ayudando a responder a la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, considerar a las criptomonedas solamente a través de un lente tradicional del desarrollo —esto es, que sólo podrían ser útiles para los refugiados o para países con dinero fíat no confiable— simplifica el paisaje económico de estos países de ingresos bajo y medio. Muchos países cuentan con una significativa población juvenil que está lista para usar las criptomonedas de modos innovadores, por ejemplo para enviar y recibir remesas, para acceder a los mercados financieros del extranjero y a posibilidades de inversión, e incluso para alentar un comportamiento adquisitivo ecológico o ético (véase la Sección de estudios de caso). Durante el encierro por el coronavirus en la India, y una vez que el banco central de reserva de este país levantara su prohibición de las criptomonedas, hubo muchos jóvenes que comenzaron a comerciar en criptomonedas indias y a usarlas para transferirse dinero entre ellos. Con todo, el futuro de cripto en India y otros lugares es incierto. La naturaleza fronteriza de las criptomonedas plantea riesgos significativos para los usuarios a la hora de los seguros, y en algunos casos la seguridad.
Es más, y como se verá más adelante, se piensa que la tecnología distribuida (blockchain) que subyace a las criptomonedas presenta resistencia a la censura, pues los datos están distribuidos a lo largo de una red de computadoras. El blockchain ofrece un alto nivel de anonimato, lo que podría resultar útil para quienes viven bajo regímenes autocráticos, de modo tal que los activistas democráticos podrían efectuar transacciones que de otro modo serían monitoreadas. Las criptomonedas podrían asimismo brindar acceso a la banca a una gama más amplia de gente, lo que constituye un elemento esencial de la inclusión económica.
Oportunidades
Las criptomonedas pueden tener impactos positivos cuando se las usa para promover la democracia, los derechos humanos y las cuestiones de gobernanza. Lea a continuación de qué modo reflexionar eficazmente y con seguridad acerca de las criptomonedas en su trabajo.
AccesibilidadLas criptomonedas son más accesibles a una gama más amplia de usuarios que las transacciones normales en efectivo; no están sujetas a las regulaciones gubernamentales y tampoco tienen altos costos de procesamiento. Las que son a través de las fronteras, en particular, se benefician con las características de las criptomonedas: las comisiones bancarias internacionales y las malas tasas de cambio pueden ser extremadamente costosas. (En algunos casos, el valor de las criptomonedas puede incluso ser más estable que el de la moneda local; (véase más adelante el estudio de caso de los mercados volátiles). Las criptomonedas que necesitan que los participantes se logueen (en los sistemas “permitidos”) requieren de una organización que controle la participación en su sistema. En algunos casos ciertos usuarios también ayudan a manejar el sistema de otros modos, por ejemplo operando como servidores. Cuando este es el caso, es importante entender quiénes son estos usuarios, cómo se les selecciona, y cómo es que su capacidad de usar el sistema podría ser retirada de resultar ser malos actores.
Las Ofertas Iniciales de Moneda (OIM) además bajan la barrera de ingreso a la inversión, sacando del proceso de inversión a los capitalistas de riesgo y bancos de inversión, y democratizando así el proceso. Aunque son similares a las Iofertas públicas de venta (OPV), las OIM difieren significativamente en que permiten a las compañías interactuar directamente con inversionistas individuales. Esto también constituye un riesgo para los inversionistas, pues las salvaguardas que los bancos de inversión ofrecen en las OPV tradicionales no valen. (Véase Falta de gobernanza e incertidumbre reguladora). La falta de cuerpos reguladores asimismo ha acicateado el crecimiento de OIM fraudulentos. Cuando una OIM o una criptomoneda no cuenta con una estrategia legítima para generar valor, se trata típicamente de una OIM que es una estafa.
Con todo, aún no se ha alcanzado una amplia accesibilidad debido a una combinación de factores, entre ellos las brechas de conocimiento, la capacidad de procesamiento y de internet requeridos, y la incompatibilidad entre los sistemas bancarios tradicionales y las fintech de criptomonedas. Para entender la usabilidad y el lado riesgoso del uso de las criptomonedas, así como los riesgos desproporcionados que los grupos marginados enfrentan, véase la sección sobre alfabetismo digital y los requisitos de acceso.
La naturaleza descentralizada y de par a par de las criptomonedas podría ser un gran alivio para quienes buscan el anonimato, como los defensores de los derechos humanos que operan en espacios cerrados, o personas que simplemente buscan un equivalente al “efectivo” para las compras en línea (véase más adelante el estudio de caso de las criptomonedas en mercados volátiles). Éstas pueden ser útiles para quienes desean donar de modo anónimo a una fundación u organización cuando ello podría ponerles en riesgo de conocerse su identidad, lo que hace que sea una herramienta poderosa para los activistas. El anonimato de las criptomonedas también ha despertado la preocupación entre los grupos de interés, quienes sostienen que sin libros mayores abiertos y tracking, cripto podría ser usado por actores extranjeros intolerantes para financiar campañas más autoritarias.
Dado que los datos que apoyan la moneda están distribuidos a lo largo de una gran red de computadoras, resulta más difícil para un mal actor ubicar y enfocarse en una transacción u operación del sistema. Pero la capacidad de una moneda para proteger el anonimato depende en gran medida de la meta específica de la criptomoneda. Zcash, por ejemplo, fue diseñada específicamente para esconderle al público los montos transados y la dirección de los usuarios. Zcash también ha tenido un papel en permitir que haya más donativos de caridad, y varias organizaciones benéficas que abordan la investigación, el periodismo y la promoción del cambio climático funcionan con ella. Las criptomonedas con un gran número de participantes también son más resistentes a los cortes del sistema más benignos y rutinarios, porque los datos guardados en la red pueden operar si otros son violados.
Han sido pocos los intentos exitosos de regular las criptomonedas a nivel transnacional, quedándose la mayoría de los marcos de gobernanza a nivel nacional como mucho. Hay, por lo tanto, oportunidades sustanciales para la cooperación internacional en torno a la gobernanza cripto, y vienen creciendo los esfuerzos para crear redes multilaterales y sociedades entre los sectores privado y público. Por ejemplo, el Digital Currency Governance Consortium (Consorcio de Gobernanza Global para Monedas Digitales) está conformado por 80 organizaciones de todo el mundo y ayuda a facilitar las discusiones en torno a la promoción de la competitividad, la estabilidad y protecciones financieras, y marcos reguladores en relación con las criptomonedas.
Riesgos

El uso de las tecnologías emergentes podría crear también riesgos en los programas de la sociedad civil. Lea a continuación cómo distinguir los posibles peligros asociados con las criptomonedas en el trabajo DRG, así como el modo de mitigar las consecuencias involuntarias y voluntarias.
AnonimatoAunque ninguna autoridad central registra las transacciones de criptomonedas, su naturaleza pública no impide que los gobiernos las registren. Una identidad que pueda ser asociada con los registros en un blockchain es un problema en particular bajo los gobiernos de vigilancia totalitaria. Por ejemplo, el regulador central de internet en China propuso regulaciones que requerirían que las compañías locales de blockchain registraran a los usuarios con su nombre real y el número de su tarjeta de identificación nacional. Para comerciar o intercambiar una criptomoneda a un dinero fíat ya establecido, una nueva moneda digital tendría que incorporar a su proceso de inscripción de nuevos usuarios, las normas de Conozca a su cliente (CSC), Contra el lavado de dinero (CLD) y Combatir el financiamiento del terrorismo (CFT), además de validar su identidad. Estos procesos constituyen una gran barrera para los migrantes indocumentados y todo aquel que no tenga un documento gubernamental de ID válido.
Como vemos en el estudio de caso que aparece a continuación, el entorno parcialmente anárquico de las criptomonedas puede también fomentar la actividad criminal.
Case Study: The Dark Side Estudio de caso: el lado oscuro del usuario anónimo. A bitcoin y otras criptomonedas se las alaba por apoyar transacciones financieras que no revelan la identidad de un usuario. Pero esto ha hecho que sean populares en sitios de la “dark web” como Silk Road, en donde las criptomonedas pueden ser canjeadas por bienes y servicios ilegales como drogas, armas o trabajo sexual. The Silk Road fue eventualmente cerrado por la Oficina Federal de Investigación de los EE.UU. cuando Ross Ulbricht, su fundador, usó el mismo nombre para publicitar el sitio y buscar empleados en otro foro, ligándolo con una dirección de Gmail. Google proporcionó el contenido de dicha dirección a las autoridades al ser citado judicialmente.
Las lecciones a aprender del caso de Silk Road son que el anonimato rara vez es perfecto e inviolable; que la protección de identidad de las criptomonedas no es una garantía a prueba de balas; y que los funcionarios policiales y los gobiernos han intentado incrementar las herramientas reguladoras con las que cuentan, así como la cooperación internacional en delitos que involucran a las criptomonedas. En un blockchain público, una sola falla de identidad (incluso en algún otro foro) podría ligar todas las transacciones de dicha cuenta de criptomoneda a un usuario. El propietario de dicha billetera podría entonces ser conectado a sus compras subsiguientes, con tanta facilidad como una cookie sigue la actividad de exploración de un usuario en la red.
La falta de un cuerpo central incrementa enormemente el riesgo de invertir en una criptomoneda. Los usuarios tienen poco o ningún recurso en caso el sistema sea atacado digitalmente y sus monedas robadas. En 2022, unos delincuentes hackearon el blockchain FTX y robaron $415 millones en criptomonedas, en uno de los más grandes hackeos de la historia, apenas horas antes de que la compañía se viera remecida por un escándalo de desfalco. Esto hizo que los reguladores gubernamentales incrementaran el escrutinio del sector, puesto que los usuarios no pudieron recuperar gran parte de los fondos robados.
Los marcos legal y regulador de blockchain vienen desarrollándose a un ritmo mucho más lento que la tecnología. Cada jurisdicción —ya sea dentro de un país o zona financiera, como los 27 países europeos a los que se conoce como el espacio Schengen, que han abolido los pasaportes y los controles fronterizos — regula las criptomonedas de distinto modo, y aún no contamos con un estándar financiero global que las regule. Por ejemplo, los siete países árabes que lindan con el Golfo Pérsico (los Estados del Golfo) han implementado una serie de leyes distintas sobre las criptomonedas: en los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí enfrentan su prohibición total. Otros países han diseñado leyes tributarias, contra el lavado de dinero y antiterroristas para reglamentar las criptomonedas. En muchos lugares éstas son gravadas como una propiedad, y no como una moneda.
El compromiso de las criptomonedas con la autonomía —esto es, su separación de un dinero fíat— las ha enfrentado con muchos cuerpos reguladores. Los observadores señalan que por ejemplo, eliminar la capacidad de los intermediarios (v.g., gobiernos o bancos) para cobrar comisiones por las transacciones, altera los equilibrios de poder existentes y podría desencadenar regulaciones prohibitivas aun cuando temporalmente disminuya los costos financieros. Así siempre hay el riesgo de que los gobiernos preparen políticas desfavorables para las tecnologías financieras (fintech), las que harían que las criptomonedas y monedas móviles sean inútiles dentro de sus fronteras. La naturaleza constantemente cambiante de las leyes referidas a las fintech resulta difícil para cualquier nueva moneda digital.
Cuanto más crece un blockchain tanta más capacidad de procesamiento requiere. A finales de 2019, la Universidad de Cambridge calculó que bitcoin usa el .55% del consumo global de electricidad. Este nivel de consumo equivale aproximadamente al uso de Malasia y Suecia.
La tecnología de Blockchain detrás de las criptomonedas requiere tener acceso a internet, y las zonas con una infraestructura o capacidad inadecuadas no serían contextos usables para ellas, aun cuando sí hay una posibilidad limitada de usarlas sin tener acceso a internet. Según señalara DH Network, “Esta brecha digital asimismo se extiende a la comprensión tecnológica entre aquellos que saben cómo ‘operar con seguridad en la Internet, y los que no”. Las apps de criptomonedas no pueden emplearse en los dispositivos de baja gama, que requieren que los usuarios usen un teléfono inteligente o una computadora. Las apps mismas involucran una curva de aprendizaje empinada. Además, la baja velocidad de las transacciones —que pueden tomar minutos o hasta una hora— es una desventaja significativa, en particular cuando se la compara con la rapidez de segundos de las transacciones estándares de Visa. Por último, usar plataformas como bitcoin puede resultar particularmente difícil para los grupos con tasas más bajas de alfabetismo digital, así como para aquellos con menores recursos y que son menos resilientes financieramente a la volatilidad del mercado cripto. Dada la falta de protección al consumidor y de regulación de las criptomonedas que existe en ciertas áreas, además de la falta de conciencia de los riesgos existentes, es más probable que los usuarios de bajos ingresos e inversionistas enfrenten consecuencias financieras negativas durante las fluctuaciones del mercado. Recientemente, sin embargo, algunos países, como Ghana y Gambia, vienen lanzando iniciativas gubernamentales para cubrir la brecha en el alfabetismo digital y conectar a grupos, por lo demás marginados, con las herramientas necesarias para usar eficazmente cripto y otras formas de tecnología emergente.
Preguntas
Hágase esas preguntas si está intentando entender las implicaciones que las criptomonedas tienen en su entorno laboral, o si está considerando usarlas como parte de su programación de DRG:
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¿Las cuestiones que usted o su organización buscan enfrentar necesitan de las criptomonedas? ¿Podrían acaso soluciones monetarias más tradicionales aplicarse al problema?
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¿Las criptomonedas son una moneda apropiada para las poblaciones con las cuales está trabajando? ¿Les ayudarán a acceder a los recursos que necesitan? ¿Son aceptadas por las otras partes interesadas relevantes?
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¿Usted o su organización necesitan una base de datos inmutable distribuida entre múltiples servidores? ¿Estaría bien si la moneda y las transacciones están unidas a un servidor central?
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¿La criptomoneda que desea usar es viable? ¿Confía en ella y tiene una buena razón para asumir que será lo suficientemente estable en el futuro?
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¿La moneda es legal en las zonas en donde estará operando? De no serlo, ¿será este un problema para su organización?
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¿Cómo obtendrá esta moneda? ¿Qué riesgos están involucrados? ¿De qué actores externos dependerá?
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¿Los usuarios de esta moneda podrán beneficiarse con ella fácilmente y con seguridad? ¿Tendrán los dispositivos y los conocimientos necesarios?
Estudios de caso

Para muchos actores humanitarios, el papel ideal de las criptomonedas es facilitar la transferencia de remesas a familias a través de las fronteras. Esto es particularmente útil durante los conflictos, cuando los sistemas bancarios tradicionales podrían cerrar. Las transferencias a través de las fronteras pueden ser costosas y estar sujetas a complejas regulaciones, pero apps como Strike están ayudando a facilitar el proceso. Strike y Bitnob se asociaron para permitir que gente que vive en Kenia, Nigeria y Ghana recibieran fácilmente pagos instantáneos de cuentas en bancos de los EE.UU. a través de la red relámpago de Bitcoin, y que convirtieran los pagos a moneda local. Las apps de bitcoin y otras fintech son sumamente útiles para empresarios de la clase media alta en países de bajos ingresos, que están construyendo negocios internacionales a través del comercio tradicional y en línea, y apps emergentes como Strike podrían ayudar a llevar la accesibilidad bancaria a zonas sub-bancarizadas.
Algunos participantes en el activismo de los derechos humanos sostienen que las criptomonedas han ayudado a quienes se encuentran bajo regímenes autoritarios, a conservar lazos financieros con el mundo externo. Dado el anonimato asociado con las transacciones en criptomonedas la nueva forma tecnológica podría ofrecer oportunidades para comerciar y efectuar transacciones en donde de otro modo no sería posible. En China y Rusia por ejemplo, las transacciones financieras que normalmente serían monitoreadas por el Estado, pueden evadirse usando las criptomonedas. Bitcoin y otras plataformas también ofrecen plataformas para los refugiados y otras personas que no cuentan con formas tradicionales de identidad, para que accedan a sus finanzas. A la inversa, los críticos han argüido que diversas criptomonedas a menudo se usan en la compra de bienes en el mercado negro, lo que a menudo involucra a industrias explotadoras como las drogas y el tráfico sexual, o que podrían ser usadas por países ampliamente sancionados como Corea del Norte. Con todo, cripto podría llenar una brecha importante en situaciones en las cuales la gente podría estar separada de formas tradicionales de la banca.
En los últimos años, los países con mercados volátiles han venido incorporando lentamente a las criptomonedas en respuesta a las crisis financieras, a medida que la ciudadanía buscaba nuevas opciones. Bitcoin ha sido usado para comprar medicamentos, tarjetas de regalo de Amazon y enviar remesas. Las criptomonedas también han sido adoptadas cada vez más a nivel institucional. El Salvador introdujo una ley para regular a bitcoin en enero de 2023, dos años antes de su reconocimiento formal como moneda de curso legal. A pesar de la esperanza de que Bitcoin sería usado para facilitar el proceso de enviar remesas e incrementar la accesibilidad de la población sub-bancarizada, su uso generalizado no ha pegado y los usuarios citan las altas comisiones como razón para evitar la criptomoneda. Es más, muchos aún mencionan la incertidumbre y la falta de conocimiento como razones por las cuales no han dejado las formas tradicionales de banca e intercambio. La introducción de bitcoin también ha empeorado la calificación crediticia de El Salvador y supuestamente provocado una mayor división con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Bitcoin es además sumamente volátil porque depende de la oferta y la demanda en lugar de estar anclado a un activo, como lo están la mayoría de las demás monedas, pero el gobierno de El Salvador ha introducido leyes para regular los intercambios de cripto.
Venezuela, que además enfrenta una inflación sin precedentes, también se ha pasado a cripto. Entre agosto de 2014 y noviembre de 2016, el número de usuarios de bitcoin en Venezuela subió de 450 a 85,000. La crisis financiera del país ha hecho que muchos de sus ciudadanos busquen nuevas opciones. En Venezuela no hay ninguna ley que reglamente a bitcoin, lo que ha animado aún más a la gente. Algunos países con mercados financieros que han experimentado tasas de inflación similares a las de Venezuela—como Sudán del Sur, Zimbabue y Argentina— tienen mercados de criptomonedas relativamente activos Venezuela, que también ha enfrentado una inflación sin precedentes, también ha recurrido a las criptomonedas.
Muchas nuevas criptomonedas han intentado monetizar el impacto social de sus usuarios. SolarCoin recompensa a quienes instalan paneles solares. Tree Coin reúne recursos para sembrar árboles en el mundo en vías de desarrollo (como una forma de combatir el cambio climático) y recompensa a las poblaciones locales por cuidar a dichos árboles. Impak Coin es “la primera app en recompensar y simplificar el consumo responsable”, ayudando a los usuarios a encontrar empresas socialmente responsables. La moneda que ofrece busca ser utilizada para comprar productos y servicios de estas empresas, y para apoyar a los usuarios en microcréditos y préstamos entre particulares. Forma parte de un ecosistema de tecnologías que incluye calificaciones basadas en las Metas de Desarrollo Sostenible de la ONU y el Impact Management Project. Fiel a sus principios, Impak ha propuesto comenzar a evaluar su impacto. En el futuro, el impacto de SolarCoin podría ser limitado puesto que el valor sigue siendo relativamente bajo en comparación con los costos de instalación, potencialmente disuadiendo así a la gente de usarlo de modo más amplio. Pero Treecoin, en cambio, podría estar teniendo un impacto más directo sobre las comunidades locales, tal como lo demostró el Mangrove restoration project (proyecto de restauración de los manglares).
Referencias
A continuación encontrará las obras citadas en este recurso.
- Article 19. (2019). Blockchain and Freedom of Expression.
- Bester, Nadja. (2019). No Internet, No Problem: How to send Bitcoin by amateur radio. Bitcoin.
- Coppi, Giulio & Larissa Fast. (2019). Blockchain and Distributed Ledger Technologies in the Humanitarian Sector. ODI.
- Edwards, John. (2020). Bitcoin’s price history. Investopedia.
- McCarthy, Niall. (2019). Bitcoin devours more electricity than Switzerland. Forbes.
- Rauchs, Michel et al. (2018). Distributed Ledger Technology Systems: A Conceptual Framework. University of Cambridge Judge Business School.
- (2018). Blockchain for the Humanitarian Sector – Future Opportunities.
Recursos adicionales
- Blockchains and Cryptocurrencies: Burn It with Fire: una mirada crítica bien informada a las tecnologías de blockchain a través de una conferencia y resumen de Nicholas Weaver, Ph.D.
- Bull, Greta. (2019). Great Expectations: Fintech and the Poor. Consultative Group to Assist the Poor.
- Burg, John, Murphy, Christine & Jean Paul Pétraud. (2018). Blockchain for International Development: Using a Learning Agenda to Address Knowledge Gaps. MERL Tech DC 2018: un examen de 43 proyectos de blockchain en desarrollo internacional.
- Burg, John. (2018). Blockchain will impact your life…here’s how and what you can do about it. Medium: presenta una vía optimista y algunos estudios de caso actuales de futuros desarrollos de blockchain.
- Coinbase: una billetera en línea de monedas digitales y plataforma de negociación que ofrece materiales educativos y un portal para aprender y ganar distintas monedas emergentes.
- Curran, Brian. (2020). What is blockchain governance? Complete beginner’s guide. Blockonomi.
- Digiconomist Sustainability Charts: proporciona cuadros actualizados de monedas digitales y se concentra en la sostenibilidad y los impactos ambientales.
- Popper, Nathaniel. (2018). What is the Blockchain? Explaining the tech behind cryptocurrencies. The New York Times.
- Stinchcombe, Kai. Ten years in, nobody has come up with a use for blockchain y Blockchain is not only crappy technology but a bad vision for the future: dos resúmenes de los supuestos usos de blockchain, escritos por el fundador de una startup con la meta de proteger las finanzas de las personas mayores.
- Wilson, Steve. (2017). How it works: Blockchain explained in 500 words. ZDNet: un breve panorama de la tecnología, concentrado en las monedas digitales.
- NIST Blockchain Technology Overview. NIST: un panorama equilibrado de la tecnología de blockchain, que incluye un diagrama de flujo de la toma de decisiones.
- Siripurapu, A. & Berman, N. (2023). Cryptocurrencies, Digital Dollars, and the Future of Money. Council on Foreign Relations: presenta un panorama del surgimiento de las criptomonedas como monedas nacionales.
- Kumar, A., Chhangani, A., Brownstein, G., and Meng, P. (2022). Central Bank Digital Currency Tracker. Atlantic Council: muestra el desarrollo de las criptomonedas en todo el mundo y los países en donde cripto es una moneda nacional aprobada.
- Bhattacharya, R, Vasilyev, D., and Villafuerte, M. (2023). Interest in Central Bank Digital Currencies Picks Up in Latin America and the Caribbean While Crypto Use Varies. FMI: detalla el creciente uso de las criptomonedas y otras monedas digitales en Latinoamérica y el Caribe.